Juan P. Caicedo & Juan P. Carvajal- “Yo Quería Ser Papá, Pero No Quería Tener Una Pareja”

Juan P. Caicedo & Juan P. Carvajal- “Yo Quería Ser Papá, Pero No Quería Tener Una Pareja”

18 de jun de 2025

Los Hombres Sí Lloran es un espacio seguro que aborda temas esenciales como la salud mental y la paternidad. En este episodio, nos acompañan Juan Pablo, conocido como El Metaverso, y Jota, quienes comparten sus experiencias personales sobre la paternidad, romper estigmas de la masculinidad y la importancia de la salud mental.

Capítulos

Introducción de los invitados

Juan Pablo El Metaverso y Jota se presentan, compartiendo su historia personal y la amistad que los une. Juan Pablo ha decidido enfrentar la paternidad en solitario a la edad de 51 años, mientras que Jota se describe como un manager de actores que encuentra en la vulnerabilidad una herramienta vital.

Reflexiones sobre la ausencia paterna

Se discute la realidad de que el 80% de los niños en Colombia crecen sin la presencia paterna. Este dato impactante se conecta con la necesidad de redefinir la masculinidad y fomentar la paternidad presente.

Decisión de ser padre en solitario

Juan Pablo narra su decisión de ser padre a través de un vientre de alquiler, impulsado por una reflexión sobre su vida al llegar a los 48 años. Describe el proceso emocional y logístico, mencionando cómo esta experiencia transformadora lo llevó a confrontar los estándares de masculinidad.

Importancia del acompañamiento emocional

Ambos invitados destacan cómo el apoyo emocional entre amigos es crucial en momentos de vulnerabilidad y cambios importantes. Jota ha sido un soporte constante en el proceso de paternidad de Juan Pablo.

El rol de la gestante y donante de óvulos

Juan Pablo explica los roles en el proceso de gestación subrogada: la gestante y la donante de óvulos. Habla de la relación que tuvo con su gestante y la importancia de manejar esta relación de manera adecuada.

Impacto de la paternidad en la identidad personal

Juan Pablo reflexiona sobre cómo la paternidad lo ha llevado a confrontar su propia identidad y a evolucionar hacia un mejor ser humano. Describe su hija Julia como una fuente constante de aprendizaje y confrontación personal.

Apoyo familiar y financiero

Juan Pablo comparte cómo ha organizado sus finanzas y la importancia de tener un apoyo familiar sólido. También comenta sobre los comentarios y reacciones ante su decisión de ser padre en solitario.

Conclusión

El episodio concluye enfatizando que la paternidad es un viaje de aprendizaje y transformación personal. La conversación abre un espacio para que más hombres abracen su vulnerabilidad y se involucren activamente en sus roles parentales, cambiando así las narrativas tradicionales sobre la masculinidad.

Menciones

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               Este episodio fue realizado por State Farm. Saber que puedes gastar dinero por las cosas que realmente quieres es un gran sentimiento. Habla con un agente de State Farm hoy para aprender cómo puedes elegir bundlar y gastar con el plan de precio personal. Como un buen vecino, State Farm está ahí. Los precios son basados en planes de riqueza que varían por estado. Las opciones de cobertura son seleccionadas por el cliente. La disponibilidad, el número de descuentos y salidas y la elegibilidad varían por estado. Entra en tu cuerpo de Vitals con la aplicación de Vitals en Apple Watch. Availabilidad, cantidad de descuentos y salidas y elegibilidad varían por estado. Before you feel them, the Vitals app on Apple Watch. iPhone XS are later required. The Vitals app is for wellness purposes only and not for medical use. Bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Y en esta temporada también hablaremos de dinero, porque sabemos que nuestro bienestar financiero impacta profundamente en nuestras vidas, en cómo nos sentimos, en las decisiones que tomamos y en poder alcanzar la libertad para vivir la vida que queremos y no la que nos toque. Amigos extraordinarios y expertos llegarán para compartirnos sus historias y herramientas que nos ayudarán a profundizar en las complejidades de la salud mental y en todo lo que la atraviesa. Este, nuestro espacio. Tu espacio es seguro. Y se llama Los Hombres Sí Lloran, donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza. Gracias por estar acá. Valoro mucho su tiempo y la disposición de que vengan aquí a contar esa historia. Están acá por una amiga en común, entonces me encantaría que se hicieran como una breve presentación de quiénes son, también para que yo los conozca, pues, porque nos estamos conociendo hoy. Pues, primero, gracias por el espacio. Me parece maravilloso y divertido estar aquí realmente. Soy Juan Pablo Uno, El Metaverso. Tengo 51 años. Soy padre soltero. Patrimonio en solitario, por decisión propia. Entonces, yo creo que esa es la razón por la que estamos aquí, para poderte hablar acerca de una nueva forma de abordar la paternidad en solitario y por decisión propia. Bueno, mi nombre es Juan Pablo también, pero me dicen Jota. Muy contento de estar aquí, muchas gracias, de verdad, por la invitación. Yo he escuchado muchos, de verdad, de estos podcasts y siento que tienen una función muy importante en nosotros. Y a mí me ha servido mucho porque me ha conectado con mi vulnerabilidad y pienso que eso es básico. Fuera de eso, pues, somos amigos como Juan Pablo que hace por ahí 10 años, 15 años, mucho tiempo. Realmente somos perrunos también, nos conocimos por tener perros. En mi día laboral yo soy manager de actores y ya. La gente es muy complicada. Yo describo a Juan como cuando hablo de Juan, es uno de los amigos que hablo como uno de mis amigos del corazón. Entonces así te describiría, hermano, uno de mis amigos del corazón. Entonces ahí, aquí estamos. Me pasaron un dato que me pareció heavy, realmente el 80% de niños y niñas en Colombia crecen sin un papá 80% sin papá presente sin papá presente sin la figura física sin la figura del papá se van o no están 80%. Y yo no sé, pero así como cuando en su momento uno de los indicadores que más me motivaron a hacer este espacio fue que 8 de cada 10 suicidios son masculinos. Y ese número a mí me sacudió las entrañas eso que yo oí hoy, yo creo que tiene que ser una motivación nueva, no solamente para este espacio, sino para esto que llaman como la nueva masculinidad que yo me peleé un poquito con el término porque creo que está un poquito perrateado de cierta manera y hay mucha gente que le tiene mucho ya como como resquemora la palabra a eso yo no sé exactamente cuál es el término pero creo que esto que estamos haciendo es para eso y no es en vano que ustedes estén acá hoy y que hablemos de tu historia porque creo que Y no es en vano que ustedes estén acá hoy y que hablemos de tu historia. Gracias. Porque creo que la paternidad presente realmente es la masculinidad. Es una parte fundamental del legado que nosotros en este momento tenemos que poder dejar. Como hombres, así no seamos padres, pero como acompañantes de esa maternidad presente, de paternidad presente responsable entonces ahora sí cuenta un poquito de tu historia y de esa de esa paternidad yo creo que desde en mi adolescencia y en mí y en mis 20s y de pronto en mis 30 yo veía la figura de paternidad y realmente me llamaba la atención, quería ser padre. Pero como que la vida, el trabajo, tantas cosas me sobrepasaron, creo. Y eso es ser parte de mi discusión. Y empecé a poner en prioridad otro tipo de cosas que ahorita las veo, las relativizo y digo, es como que, ¿por qué estaba yéndose allá? Y estuvo tan centrada la discusión en el trabajo, en el éxito laboral, en la imagen de éxito o en la idea de cómo debe ser un hombre exitoso. En el constructo. Exactamente, el paradigma del hombre exitoso. Y ahí cabe, retomando lo que estás diciendo, me llama la atención, de la idea del hombre y el rol de la masculinidad en Latinoamérica. Y uno sin darse cuenta, cae y encaja ahí. Me podría decir que yo como que jugaba ese juego muy bien jugado. En eso caí y creo que jugaba bien el juego y a mis 48, 49 años me divorcié, una mujer maravillosa, tuve una relación maravillosa y hermano, y tuve el chequeo ejecutivo. El chequeo médico. Sí. De acuerdo, fui a la clínica, eso es todo el día encerrado y lógico, eso es hombre versus máquina. Era Juan Pablo compitiendo contra los años, contra seguirme manteniendo, la cosa. Salí de ahí, todos, exámenes perfectos, pero al final me dice la médica muy bien salió todo bien hermano pero tienes 48 años salí como a las 5 de la tarde y dije mierda se me vino la vida encima y no fui papá yo no sé qué pasó en ese momento yo soy suicida yo digo yo soy salto salvacido entonces yo soy tú me conoces, hermano. Y salí de ahí y dije, no soy papá. Y definitivamente quiero ser papá. ¿Quiero ser papá o quiero una familia bajo el canon de hombre, mujer, la pareja, etcétera? Yo quiero ser papá por encima de todo. Salí y me fui a mi casa, me senté en el computador, empecé a mirar inmediatamente vientres de alquiler Colombia, más o menos, inmediato. De una. De una. Hermano, y a la semana estaba en las clínicas preguntando, tocando y ni lo pensé. Después me atrevo a decir que durante el proceso de mi embarazo tú viste como lo sufrí hermano como lo lloré ¿por qué lo lloraste? porque nunca pensé yo creo que ha sido la experiencia más transformadora y más confrontacional que he tenido en mi vida nunca pensé con ese mismo constructo que hablábamos de la masculinidad en Latinoamérica. Yo encajaba perfectamente en todo eso. Entonces, el hombre duro, todo bajo control, etc. Pero si hay algo que me dobló, hermano, fue mi embarazo. O sea, me transformó, fue mi embarazo. De una manera. Me encanta que digas mi embarazo porque yo también digo que estuve embarazado. No, hermano, yo totalmente. Yo también estuve embarazado. Totalmente. O sea, yo siempre he escuchado a Juan Pablo diciendo yo quiero un hijo. Sí, yo quiero tener un hijo en algún momento de mi vida. Y pues por el tema de su trabajo y por el día a día, pues había otras prioridades, pero yo siempre lo había escuchado al que quería. Cuando él, digamos, llegó a ese momento que cuenta, el que quería. Cuando él, digamos, llegó ese momento que cuenta, sí lo hablamos y sí lo vi realmente demasiado como conflicto. Ay, que fue pucha. Ya el tiempo se me está acabando en cierta forma. ¿Tú lo llamaste a Jota? Sí, nosotros hablamos constantemente. Y me contó la historia. ¿Quién es de los, más allá que había otros hombres involucrados, el único con el que yo me sentí con la comunidad, digamos, de abrirme de esa manera fue contigo. El único hombre realmente. De resto son mujeres. ¿Por qué solo con él? Por lo mismo que hablamos del constructo de la masculinidad en Latinoamérica. O sea, yo tengo unos grandes amigos del alma y del corazón, varios. Realmente me siento afortunado en eso. Y uno de esos son mis gorilas de espalda plateada, digo yo. Claro. Totalmente. Y el deporte que practico, todos somos así, evidentemente. ¿Cuál es el deporte? Jiu-Jitsu, brasileño. Entonces, lógico, para ellos, en general, no sentí que estaba en el espacio para... Para... Compartir espacio para compartir eso. Nuestras conversaciones también, digamos, también se basaban en cosas profundas. ¿En qué sentido? En que yo a mí me gusta mucho la astrología, soy astrólogo, le había visto mucho la carta a él. Entonces nuestra conexión es diferente. Cuando uno se conecta desde la astrología con las personas, la conexión es diferente. No es desde lo profesional, sino ya uno va mucho más allá. Uno ya empieza a entender la esencia, cómo sienten, a qué vienen, hacia dónde tienen que ir. Entonces uno se conecta más desde ahí, desde una conexión mucho más profunda y desde la esencia. Entonces de pronto desde ahí siempre hemos hablado él y yo. No, pero sabes, personalmente, cuando yo empecé un poco a exponer un poco mi interés y mi decisión, esas dos semanas, fueron dos semanas súper interesantes. Fue a todas. Con un par de amigos míos del corazón también, pero que son otro tipo de amigos también estoy seguro que esto que hacían lo hacían con el pleno interés de verme bien era su lectura del mundo, evidentemente más o menos me decían marica, usted ¿cómo se le ocurre meterse a eso a sus 50 años? estoy a dieta con tu lado no sea bestia, ¿cómo se le ocurre hacer eso? Entonces cuando enfrenté eso en la parte inicial, luego después evidentemente se transformó en un apoyo incondicional de manada totalmente, mis amigos, como lo son ahora, y en el proceso también en algunos momentos que yo estuve realmente asustado, estaba aterrado, hermano, mi marazo. Yo lo llamé un día y le dije, hermano, no más no más por favor cambien el discurso por eso yo digo que fue un proceso como año ocho meses o sea fue un embarazo año ocho meses todo el proceso de la subrogación gestante subrogada bueno todas las cosas casi hubo un año ocho meses que estuve centrado en discusiones con mujeres rodeado de mujeres y contigo de esa manera y me aislé mucho en el resto de mis amigos se entraba en discusiones con mujeres, rodeaba mujeres, y contigo de esa manera, y me aislé mucho en el resto de mis amigos y les digo, dejé de entrenar por dos años. Así, totalmente, fue así, así fuerte. Lo retomé hace relativamente poco, a raíz de eso, fue curioso. Ahora lo veo divertido, pero en ese momento, hermano, yo estaba en el foso, yo estaba asustadísimo. ¿Qué te da miedo? Además de todo. Vine a aterrizar cuál era mi susto en el posparto. Yo creo que eso describen que en Baby Blues, creo que le dicen también, en Los Hombres también existe. Yo lo comprendo. Comprendo perfectamente el tema de la depresión postpartum en las mujeres, las entiendo completamente. Hay un sitio al que yo voy siempre a desayunar. Y ese día yo estaba particularmente sensible ese día, hermano. Y había recibido de más de una persona de amigos míos ese mensaje como hermano, usted no sabe lo que se le viene. No, es que usted no sabe lo que se le viene. Usted todo el tiempo. Era como, se está tirando la vida. Y ese día voy a ese restaurante a desayunar. Estaba lleno de niños, de papás con niños, y estaban hechos unos demonios ese día. Saltando de lado, los papás no se podían controlar. Y yo empecé a hiperventilar. Yo con el ojo aguado iba a llorar en ese momento. Afortunadamente pasó una amiga que ha tenido que enfrentar gran parte de su maternidad de una manera, no en solitario total, pero una gran carga de la responsabilidad. Y me dio la cara. Entro y no, aguanté y me puse a llorar ahí con ella y le dije mira Lina hoy quiero que solamente me hables de las cosas bellas de ser madre solamente háblame de lo lindo yo sé que es duro sé que va a ser duro bueno sé que los temores etcétera yo sé todo eso hoy solamente háblame de las cosas bellas y lo hizo con una enorme generosidad yo miraba eso y salí de ese restaurante muy asustado. Salí llorando, pero era llorando desconsoladamente con mis perros. Desconsoladamente. Llamé a Juan también y Juan, manito, no te preocupes, aquí estoy. Como la mano en el hombro. Eso es normal, eso lo vas a enfrentar, te va a venir el amor de tu vida, etc. durante el proceso yo también estuve acompañado por una coach recuerdo que llego, parqueo parqueadero y yo no me podía bajar del carro hermano llorando, llorando 10 minutos y llamé a Juliana es la amiga que te digo y le dije Juliana, creo que no vas a ser capaz de esta vaina y en menos de 5 minutos tenía como unos 10 audios de gente que yo no conozco que me enviaron diciéndome acerca de las cosas lindas de la paternidad hombres y mujeres que no conozco en diferentes idiomas pero digamos eso fue constante durante como que yo trataba de racionalizar el ejercicio pero seguía ese temor todo el tiempo y no aterrizaba ¿qué? decía ¿qué es lo que me asusta? y por eso te digo que fue en el postparto que me di cuenta yo siempre he sido un tipo como llevado a la acción digamos como que me hago cargo de las cosas, etc. Y recuerdo, lógico, yo ya estaba acostumbrado a mi vida con mis perros, todo controlado, perfecto. Ya con Julia los 10 días, eran 10 días recuerdo, porque conté los días que me desperté. Estaba hasta las cinco de la tarde, tenía la niñera, a las siete llegaba la otra para acompañarme las noches. Y entre cinco y siete era una hora que para mí, Dioso, yo sé, miércoles, ¿qué hago? y empezó esa hora del día que eran como 6 de la tarde ya como la penumbra más o menos mi niña estaba dormida ahí en ese momento y yo realmente no me estaba sintiendo bien esta no es mi vida es que esta no es mi vida como que tanto lo que me decía todo el mundo, o sea, ya lo tenía todo controlado, tenía una cosa en la cabeza como que nunca iba a volver a encontrar una pareja en mi vida, que iba a morirse el día más o menos. Es que esta no es mi vida. ¿Qué dice? Y viene por otro lado el sentimiento de culpa, porque evidentemente yo amando a mi hija y dije ¿yo por qué me estoy sintiendo así? y me senté en el sofá con mis perros al lado y dije, no me paro de acá hasta que no trate al menos de encontrar la razón de esta sensación de este sentimiento y llegué a una conclusión y dije, miércoles de encontrar la razón de esta sensación, de este sentimiento. Y llegué a una conclusión, dije, miércoles, yo creo que estaba acostumbrado a una versión de Juan Pablo, por 50 años, en la que yo me he sentido cómodo, los otros se sienten cómodos con este Juan Pablo. Cierta libertad, bastante libertad. Bastante libertad. No tengo que organizar todo como lo tengo que organizar ahora. Puedo, entre comillas, hacer lo que quiero. Y me dio bien. Pero es que ese Juan Pablo ya no es Juan Pablo. Este es un nuevo Juan Pablo. Ese Juan Pablo ya murió. Yo me pregunté, me acuerdo que le dije en voz alta en la sala hasta cuándo voy a cargar este muerto cuánto tiempo más voy a cargar este muerto en la espalda hermano y yo le dije lo estoy pasando bien y no ese Juan Pablo ya no existe ahora hay un Juan Pablo padre con Dios mío, o sea, semejante tesoro en las manos. Y estoy pegado a ese muerto, a ese zombi. Entonces, ese día me costaba era decirle adiós a ese Juan Pablo. Y ese era mi máximo temor, ¿sabes? Porque caí en cuenta que no era mi paternidad, no era que no amara a mi hija, era algo que deseaba del corazón, pero era ese duelo con esa versión mía. Y hasta que te lo digo, fue sentado en la sala y yo te llamé, te conté todo de esta nariz. ¡Gracias! Así que envía tu test drive para Polestar 3 hoy en Polestar.com No importa lo que sea el proyecto, los productos de alta calidad y alta performance de los creadores te empoderan a construir. Pará en tu tienda de bajas y vea la línea completa de herramientas de creadores hoy. Valor Through 618, la selección de las aguas de la supply varía por la ubicación. esos Juan Pablos, porque somos Juan Pablos de diferentes épocas. Yo siempre lo veo que de pronto nosotros, digamos, yo lo tengo muy marcado y es los ciclos de los siete años. Cada siete años uno va cambiando como de piso, digámoslo así, cero a los siete, siete a catorce, catorce a veintiuno. Por ejemplo, ahorita cuando vos hablabas de, o siempre lo que has hablado de la mediana edad, de la crisis de la mediana edad son los 42 que ahí es cuando pasan muchas cosas en la vida de uno y es cuando dice siento que lo que llevo cargando me pesa mucho tengo que mirar realmente que es lo que estoy cargando, traigo el moral pongo las cosas ahí, digo qué es mío y qué no es mío, y ya empiezo a cargar lo que es mío. Y es donde se producen la mayor cantidad de separaciones, la mayor cantidad de renuncias, de empleos, de cambios de vidas, porque realmente los 42 son muy decisivos. A los 49 años también entra otro periodo. Y es bueno entender que realmente en esos periodos uno ya madura y ya cambia de lo que decías vos. Ya soy otra persona. Y es el tema de poderlo entender y soltar, porque es un tema de soltarlo. Para mí ha sido muy notorio. Para él ha sido increíble, porque es otro Juan Pablo. Realmente como vibra es diferentísimo. Y me ha encantado eso, porque a la larga, yo pienso que las personas que vienen a uno, que llegan a uno, que están permanentemente con uno, son maestros y vienen por algo. Tu esposa es un maestro tuyo, tú eres un maestro de tu esposa, igual los hijos, los hijos son unos maestros increíbles. Y Julia es una maestra para él, increíble. Sí, te digo, la conexión conmigo fue una vaina rara. O sea, desde que Julia está en The Matrix, más o menos guardada en un laboratorio, impresionante. La conexión fue impresionante, ¿no? Fue impresionante. No sé tú con tu paternidad, si enfrentaste algo semejante. Claro, pues todo esto que está pasando acá, todo este programa, todo esto tiene que ver con mi segunda paternidad, pues con Josefina. Y cuando nace mi niña, a mí el buen mundo se me pone patas para arriba, 42 años, y empiezo a navegar mi propia crisis y ese programa es solamente eso, fue una necesidad de entender, entenderme y a través de conversaciones con otras personas encontrar más herramientas. Es un ejercicio de empatía, pero nace ahí, absolutamente, nace de nacimiento de Josefina. ¿Cómo fue ese acompañamiento? Es que te tengo, o sea, podría estar oyendo toda tu historia, pero es que me conmovió mucho conocer este acompañamiento. Me parece bellísimo que uno tenga un acompañamiento así, en un momento tan importante como es el de afrontar una paternidad en solitario. ¿Cómo fue para ti? Mi esencia, digamos, en cierta forma, por lo que desarrollo en el tema de los actores, por lo que sigo estudiando el tema de la astrología, siento que uno debe conectarse más desde ahí, desde la esencia. Digamos, desde el tema de la actuación, pues el tema, si uno no cree en el actor, pues uno no hace nada. Entonces yo el primer filtro, o el filtro no, el primer paso que yo hago con los actores es leer la carta astral. Entonces desde ahí me conecto con ellos. Igualmente con las personas. Si yo sé que las personas vienen a ser un color, pues juguemos a ser ese color. Si vos eres azul, juguemos a ser azul. Y no es que el otro vibra en amarillo o en rojo, entonces yo quiero ser como el otro, porque es que el otro lo ven más. No, es que yo vengo a ser azul. Y es un tema de eso, de conectarme, de entender un poco la esencia de escuchar, porque volvemos a eso, al tema de escuchar, porque gran parte de la gente es que tiene que decir muchas cosas, pero no sabe ni a cómo decirlo ni a quién tampoco. Entonces siempre he tenido como esa... ¿Sabes qué? Contigo a mí me pasó algo, hermano, y es que ahora lo veo de una manera diferente, digamos, con amigos hombres. No me sentía seguro con los otros para exponer cómo me estaba sintiendo. Contigo sí siempre fue así, ¿no? Igual siempre, antes de mi embarazo también. Antes de mi embarazo, pero no... De entrada, Juan me acompañó al parto, ¿no? Me acompañó hasta el parto y eso fue chistoso porque de una manera consciente yo estaba como alejándome de todos los hombres porque quería alejarme de esa lectura de la masculinidad latinoamerica y porque yo sabía desde antes de la concepción yo sabía que iba a ser una niña pero lo tenía claro ¿No te la soñaste? Sí, fue soñado totalmente. Para mí el hecho de entrar en contacto, digamos, con mi vulnerabilidad y mi sensibilidad era muy importante de cara a una niña. Entonces yo en general con los hombres fue de una manera, lo decidí, dije, voy a tener mínimo contacto con hombres, porque me parecía mal natural hablar con mujeres, y contigo fue el único hombre con el que yo me sentí con la tranquilidad para exponer cómo me estaba sintiendo, lloré contigo un par de veces, muchas veces lloré contigo, te llamé asustado, pero lo curioso es que yo estaba decidido, como yo todo lo manejo, yo todo lo controlo. Yo me voy al parto solo. Y una ex novia mía, ahora es una de las teatras de Julia, me dice más o menos, no sea bruto, solo a eso. Es un momento muy importante, usted no va a tener cabeza para nada. Vaya con alguien, por favor. La primera persona que se me ocurrió fue Juan. Sí, me llamó y me dijo, Jota, quiero que me acompañe al par de ellos. Y yo estoy de buena. Porque es que siempre se ha vivido, digamos, lo he vivido con emoción. Ese momento de él, por lo que se está viviendo, lo he vivido con mucha emoción. Y él ha pasado por todos los procesos del embarazo. No sé si realmente las mismas que una mujer, pero es lo mismo que lo dijo ahorita. Dudas, alegrías, tristezas, de todo. Porque yo siento que es un juego emocional ahí fuerte. Pero sí, yo dije, no, yo tengo, o sea, si me da la oportunidad, yo lo acompaño. O sea, bacanísimo. Eso me parece increíble. Fue divertido. De transmitir al mundo, pero desde ese lugar. Desde el amor, desde... No sé, es un tema que uno podría describir. ¿Entraron a la sala de partos? No, pero fue muy divertido. Hay una anécdota que siempre cuento. Primero, yo llegué a la clínica. Primero, yo le conté a mis padres saltando 10 días. que siempre cuento, que primero yo llegué a la clínica, primero yo le conté a mis padres faltando 10 días, ¿no? O sea, mucha bestia, ¿no? Cuando faltando 10 días, le digo, ¿cómo están? Mucho gusto, voy a ser papá. Van a ser abuelos. Era un consundo, ¿cómo así? La mamá, no sé qué, bueno, les echa rápido el cuento. Entonces, no conocían a Juan. A Juan lo conocí, mi hermana, mi hermana tenía un amigo Juan, y pues no sabían quién iba a estar conmigo tampoco. Yo creo que en el fondo sí esperaban que hubiera de pronto una mujer atravesada, no sé qué estaba pasando. Pero lo curioso, entonces yo llegué a la clínica y dije en la clínica, mi pareja es Juan Pablo, los dos somos los padres de Juan, para que tuviera acceso a todo. ¿Se verá eso? ¿Para poder entrar? ¿Para acceso completo? Full access, ¿no? Claro, para pensar, tú no quieres explicar. Sí, claro. Cuando llega mi mamá, y tú sabes que en las clínicas hay una cantidad máxima de personas que puede haber en la habitación. Entonces me dijeron, ok, van a subir sus padres, pero tiene que estar mi mamá y mi papá en la entrada. En la recepción dicen, sí, pero arriba está todavía su esposo. Entonces le dije, sí, un segundo. Un segundo. ¿Qué me tienen que contar? ¿qué me tienen que contar? abuela y estás casado también y está saliendo del closet vamos a ver ¿qué pasó? ¿cómo así? cuéntame yo no sabía qué hacer yo me llamaba y bajaba había una mujer ¿cómo está? entonces mi mamá como que lo entendía no pobre lógico imagínate fantástico fue muy divertido pero en el momento Juan desde la noche anterior, estábamos ya coordinando todo y fuimos a recoger a la gestante que estaba en un hotel cerca de nuestra casa. Y fuimos con ella a la clínica, hicimos todas las vueltas y nos quedamos ya los tres ahí. Y ahí estaba muerto el susto, hermano. Estaba cayendo en orillas. Y pues yo soy médico entonces como que conozco varios y la ginecópsia es amiga mía, compañera de carrera como que estaba todo el mundo esperando a la persona o de alguna manera a mí se me está quebrando la voz yo estaba con las piernas como un trapo me acuerdo que Juan me abraza me dice manito llegó el día más importante de tu vida te felicito aquí empieza tu nueva aventura aquí empieza tu nueva aventura y hermano y yo nueva aventura me he arrepentido la cabeza entonces y ahí voy, hermano. Me cambio con el... Estoy de cirugía, voy y entro. Y fue por cesárea que nació mi hija. Me sentaron y me dijeron, puede que usted sea médico, hermano. Pero usted es papá, quiere hacer caso. Y cuando me veo salir a mi hija y me la ponen en el pecho, y yo todavía seguía con esa sensación, hermano. Como que, ¿qué mira lo que estás haciendo. Y el sentimiento de culpa, eso es terrible. Y tú amándola, porque digamos como que no sentí esa conexión inmediata. Lo tengo que confesar. Y ya luego pasé al proceso de adaptación, de aspiración, de secado. Ay, hermano, ya me volví un trapo. Eso ya fue otro cuento. Fue tan lindo, fue hermosísimo. luego pasé al proceso de adaptación, de aspiración, de secado, ahí hermano, ya me volví un trapo. Ahí sí, eso ya fue otro cuento, fue tan lindo, fue hermosísimo, eso fue una vida. Yo creo que también ese tema de esa conexión también creo que es un poquito un constructo también. Sí, te acuerdo contigo. Uno no tiene cómo saber cómo es la relación de papá e hijo, ni siquiera de mamá e hija, hasta que no lo empieza a vivir todos los días. Esa es la verdad. Claramente, de pronto para las mujeres hay otra conexión al tema de amamantar y cargarlo. Sí, realmente tú estás conociendo a un ser humano. Estás empezando a conocer. La relación se empieza a formar y te vas a empezar a enamorar. Pero sí, ese cuento de no y me agarró el dedo y en ese momento sabía que para siempre es como... De acuerdo, completamente de acuerdo. Y yo soy su cenito, o sea, yo soy bien romántico. La verdad, la verdad es que esto es una cosa de todos los días. Todos los días cuentas razones para enamorarse, para seguir, o sea, esto es bien, bien, bien interesante porque es en el tiempo. Sí. Entonces es normal. Sí, sí, sí, mira, yo te digo, yo sí, cuando empecé a adaptar y vestir y toda la cosa, yo te digo, es imposible no derretirse, digamos, de sentir esa inmensa ternura con un bebé y sabes que esa sensación está. La conexión, yo estoy de acuerdo contigo mi caso no fue inmediato y además porque había demasiadas variables en la foto estaba la gestante la clínica una figura digamos mi primer bebé, sin una pareja, temas legales, hablando con la abogada, todas las cosas. Es como que está demasiado concentrado eso, ¿sabes? También. Y fueron dos noches que me tocó quedarme ahí. ¿Te han juzgado? ¿Te has sentido juzgado? En el has sentido juzgado? En el país del divino niño, en donde mamá es mamá y papá es cualquier hijo de su madre, ¿tú tantas? ¿Sabes qué? Yo te digo que había como, lo separo una vez más, tristemente digamos en hombres y mujeres. Todas las mujeres de diferentes edades que conozco como que es cierta admiración y es inmediato, ellas dicen ¿en qué te puedo ayudar? ¿en qué te puedo ayudar? es inmediato, ¿qué necesitas? esa empatía es impresionante de parte de las mujeres los hombres lo ven un poco más un poco más pragmáticos desde afuera, pero no me he sentido juzgado tampoco. Algunos me han hecho el comentario, uno en particular me dijo mierda, ¿yo por qué nunca lo pensé? Ah. Mierda, ¿yo por qué nunca lo pensé? Pero, y hubo una vez un comentario de una mujer como que, bueno, qué maravilla, lástima que no tiene mamá. Un comentario así como, adiós, pasa y sigo derecho. curiosidad, el proceso. Y segundo, un apoyo enorme, te cuento. Un apoyo enorme. No me he sentido juzgado. Estoy muy honesto contigo. Despierta mucha admiración. Siempre me dicen, qué valiente las mujeres. Yo lo comento mucho con mi esposa. Es como, hay días que... Pues tenemos dos, pero hay días que decimos, literal, los miramos y es como, cómo hacen los papás y mamás solteros? O sea, es... ¿Me entiendes? Pero es una pausa ahí. Es una pausa simplemente porque a mí me llama mucho la atención el tema género nacional. Porque creo firmemente que estamos aquí para arreglar, corregir, romper patrones del pasado, informaciones. Pero también hay cosas muy positivas en el pasado. Entonces yo quisiera preguntar en los dos, porque hay una paternidad presente, responsable, sumamente decidida y hay un acompañamiento también sumamente responsable y muy decidido y muy claro. ¿Cómo fue para ustedes? ¿Cómo vieron ustedes la paternidad de sus papás? ¿Cómo fueron sus papás con ustedes? Entonces, ¿me das tú o empiezo yo? Sí, si quieres yo. Yo, digamos que, yo soy de Manizales. Yo tuve, digamos, un papá, yo lo sentí, un papá presente-ausente, ¿sí? De los que aportaba, pero yo lo veía, no lo veía tanto. Responsable, pero ausente. Eso. Presente-ausente, digámoslo así. Y esa, digamos, fue mi figura, digamos, con la parte paterna. ¿Pero por trabajo o porque tus papás no estaban juntos? No, porque ellos se separaron cuando yo tenía 15 años. Pero ya llevaba un tiempo sin... Le estaba yendo mal en el matrimonio. Entonces mi papá se iba muy temprano y llegaba muy tarde. Entonces yo casi no lo veía. Para uno es muy importante el papá de los 7 a los 14 años. Cuando no hay ese rol o ese vacío ahí, pues empieza uno a crecer con rayos, digámoslo así, en la forma de cómo se relaciona. Si es para hombre y funciona de una forma, para mujer funciona para otra. En la mujer, digamos que cuando no está cerrado el paterno, el tema es cómo me relaciono con mis parejas y ahí es donde están sus rayas. Entonces esa fue mi relación realmente con mi papá, pues sé que siempre me quiso, hubo mucho problema de comunicación, porque sí lo sentí que había mucho problema de comunicación hasta que pues él murió hace como en el 2008 pero sí, no fue una relación digamos con mi papá puntualmente no ¿pudiste hablar algo de eso con él antes de que se fuera? No, porque seguía ausente, sí, pero seguía ausente y yo no logré como cerrar ese capítulo con él. ¿Crees que de alguna forma...? Esa me quedó otra vida. ¿Crees que de alguna forma...? No, de pronto no, de pronto para esta. ¿Crees que de alguna forma lo has podido trabajar también a través de ese acompañamiento? Sí, claro, y con el acompañamiento y con la relación también, con todas las relaciones. Estás ahí. Sí, es un tema de aprender de eso y de sanar, sí, de sanar esa relación, esa con lo masculino y con... Yo no sé si sea con lo masculino, no creo que sea desde ahí pero sí no logré como como cerrar ese capítulo con él pero aquí estás bueno sí sí total aquí estás sabes a veces también funciona un poquito así la cuántica y es que vamos cerrando ciclos no necesariamente con la persona con quien se abrió pero a través de cambiar esas mismas relaciones. Porque tú has podido no estar. Has podido decir, no, yo la relación que tengo o la imagen que tengo de lo paterno realmente no funciona. Y has podido decirle a él, compadre, no se meta en eso, porque es que, ¿sabes? y decirle a él, compadre, no se meta en eso porque es que, ¿sabes? Yo desde este lado yo siento que ahí hay un trabajo muy bonito que tú hiciste con tu propio ser. Y lo hice con todo el cariño y con todo el amor con respecto a eso porque... Siempre me estimulaste, me decías como hermano para adelante, fresco, qué maravilla, qué chévere. Sí, era muy presente todo el tiempo. Sí, y vos sabes que cuando me necesites, voy a estar ahí. No, yo sé, no tengo dudas. En el tema de eso, del acompañamiento y sentir que uno tiene a alguien, que uno tiene a alguien que le pone la mano acá y le dice, fresco, mano, los cabros van a estar bien. Y el amor de amigo, además, ¿sabes? Es poco frecuente una vez más aquí en Latinoamérica en otros países sí, los hombres salen solos a tomar vino y son afectuosos en Argentina, en Italia solo de besos, no pasa nada aquí digamos que la demostración de afecto al menos en países como el nuestro, entre hombres es como más, es un poco más distante. Te tienen que emborrachar mucho. Sí, totalmente. Totalmente. Pero como Juan nos decimos que nos queremos, hermano, te quiero, muchas gracias por esto, muchas gracias por estar presente, hermano. Eso te cuento, ¿no? ¿Y tú, Juan, cómo fue tu relación con tu papá? Con mi padre ha sido una relación maravillosa realmente. Y es curioso, yo creo que yo soy el fiel reflejo de la construcción de las dos energías, tanto de mi madre como de mi padre. Mi madre tiene la energía más enfocada a la acción, más decidida, que digamos eso lo le damos mi hermana y yo. Es protectora con nosotros, la madre protectora. Y si lo es, es una energía quizás un poco más masculina. Y siempre que la necesitamos, ella está ahí y es a protegernos y esas cosas, ¿no? Y la energía más sosegada y más serena y más calma es la de mi padre. Entonces, yo creo que están los dos tipos de energía en mi familia siempre los tuvimos muy presentes y con mi padre en particular muy buena relación nos queremos mucho y fíjate, incluso con esta energía que yo te digo a él siempre le costaba mucho decir te quiero, esas cosas, muy pocas veces no recuerdo cuántas veces lo haya hecho, pero más expresado imposible, o sea, una relación bastante amorosa. Y entonces pedazo de sabandija, porque es una sabandija, ¿cómo así que la avisas 10 días antes de que te da la luz? Por bestia, por bruto, o sea, ahora lo veo, yo te mato, hermano. Mucho bruto, ahora lo veo y es que lo hacía como en el fondo yo decía no quería nada como que yo tengo quería tener todo bajo control no quería nada como que alterara el proceso o lo juzgara etcétera temor es torpe supervivencia también una torpeza y ahora lo veo a posteriori digo yo estoy seguro que desde el día uno hubieran estado con la misma emoción que están desde ese momento tuve a mi mamá y mi papá o sea les cambio yo yo llego a la casa a mí ya no me saludan yo no existo o sea directamente a mi hija les dio años de vida, eso es otro cuento es también una felicidad, fue por bruto regresar el tiempo, les hubiera dicho desde el primer momento, quiero hacer esto ¿has necesitado o has buscado o es parte del proceso, porque ahí si no tengo ni idea acompañamiento psicológico para mí, de alguna manera para ti, como en todo ese proceso lo tuve durante todo el proceso. Yo creo que tuve dos amigas que fueron como disparadoras en todo este proceso, también desde el punto de vista emocional. Y que me acompañaron. Una se llama Jennifer Libovici, no sé si la conoces. Actriz. Conmigo fuimos grandes amigos y nos queremos mucho. Qué belleza. Mándale un beso muy grande. Y otro, Juliana Klinker, que ha sido mi coach, es coach budista, coach espiritual. Y me acompañó todo el embarazo, o sea, desde antes. Es impresionante. Y tenía, digamos, más allá de la amistad que somos amigos desde hace 20 años, yo creo, nos tomamos con el método del acompañamiento emocional, con las citas, con toda la responsabilidad del mundo. Y ella fue, te digo, determinante. Encontrar esa mano suave en ese proceso para mí fue una maravilla. Suave, pero decidida acompañándome y llevándome. Ella fue determinante. Oye, Jota, dijiste antes que Juan es otra persona si, como es como papá como papá no, o sea es totalmente entregado o sea realmente es un tema de que entendió digamos en el bus en que se subió el rol y es totalmente entregado y maneja Julia de una forma increíble. O sea, también el tema de cómo se relaciona con lo femenino. Yo siento que de ahí también hay algo que es un aprendizaje y muchas cosas que Julia vino a enseñarles. Claro. Y ser consciente de esa otra parte, ¿sí? Que de pronto no se entendía o se desconocía o se pasaba por alto y como te digo, todo pasa por algo nada es por casualidad todo tiene una causalidad la causalidad de que Julia esté aquí en la vida es por algo, viene de una misión muy especial y tiene que ver con lo femenino que me parece muy lindo yo sigo que la paternidad más allá no de cómo soy sino cómo estoy enfrentando el tema o cómo me siento más bien, no cómo estoy enfrentando, cómo me siento digo, usted es un parche eso es lo más divertido que hay pues sí, tiene día ya cada salida de la casa la tengo que preparar con dos horas, tengo tres perros el coche, la dalía, no sé qué, todo el cuento, la pañalera, el carro, es otro cuento, tú lo sabes, también como yo, seguramente, pero es un parche, lo más divertido que hay, o sea, lógico, llegué después de esos diez días que te dije cuando me senté e hice el análisis, pero es muy divertido, realmente yo sí, me pasó algo, y yo te digo que me prepararon bastante mis perros. Tú y yo que hemos sido como papás de perros. Perros. Tú tienes, ¿cuántos? Ocho perros. Yo tengo tres. Yo me llevo a mis perros para todos lados. Si no me aceptan con mis perros, a menos que sea una cosa por la noche, etc. Es poco probable, yo me divierto con ellos. Entonces, como que yo siempre estaba con temas logísticos. Pero el tema de enfrentar, digamos, todo ese proceso, y cuando entra en la casa por primera vez con Julia, lógico, ya había una niñera. Y hubo un momento, lógico, por consejos y por temor y lógico, por querer todo controlado, hubo un momento en que tenían como tres o cuatro niñeras en la casa y dije, mierda, esta vaina, esto no es. Demasiado. Esto no es. Saqué, pum, ya Julia, el de las siete semanas, pasa derecho. Y nunca me sentí como ese papá que va caminando con una niñera al lado o atrás cargando. Mierda, es mi hija. Es mi hija. Entonces como que yo quiero hacer todo. Evidentemente tengo la mano de Astrid, que trabaja conmigo, que la amo con locura. Esa es mi mano derecha. Es súper materna, la ama súper amorosa. Pero yo quiero cambiarla. Yo quiero cargarla, quiero llevarla a todos lados conmigo. Y como que estoy obsesionado de hacer momentos memorables con mi hija. Y los momentos memorables no van a ser, no sé, la aurora borea también, ojalá, ¿no? Esas cosas, pero es eso. Es el día a día. Es el día a día. Es el día a día. Entonces, te digo, y le digo a los hombres, y realmente se lo he dicho a amigos míos que los hombres como que no se vuelcan hacia el ejercicio de la paternidad, pierden mucho y peor pierde tu hijo o tu hija y uno no es consciente de eso lo que uno deja de hacer, pierde tu hija pero además es un parche, es divertido. Es muy divierto. Ando cansado todo el tiempo. Pero nunca vuelve a dormir igual. Nunca, no hay forma. Total, pero igual es un parche. Es divertidísimo. Oye, ¿sabes qué? Nosotros ahora estamos, como esta etapa, hablamos mucho de salud financiera porque está muy ligada a la salud mental, sin duda. ¿Cómo fue para ti eso? ¿Cómo organizaste tus finanzas? ¿Lo has visto impactado? ¿Definitivamente estabas ya muy organizado? ¿Lo planificaste? Porque a nivel financiero cambia. Tienes un hijo y las finanzas cambian. ¿Cómo fue eso para ti? Yo ya estaba muy organizado. Tengo la fortuna que tomé algunas decisiones personales, de inversiones, etc. Como que me llevaron a que es algo que ya tengo bajo control y es algo que no me preocupa en este momento, afortunadamente. Al menos el futuro académico de Julia, que tenga una casa, que tenga lo básico, ya lo tengo bastante bajo control. Eso no fue mi preocupación realmente. Evidentemente siempre empezaron a aparecer un montón de gastos ocultos que yo no tenía en la cabeza. ¿Cuántos años tiene ahora? Julia, siete meses. ¿Siete meses? ¡Meses! ¡Ah, no, compadre, tranquilo! ¿Has visto el meme ese que dice que tener una hija es como tener una amiga que piensa que su papá es millonario? Una amiga es tener una pequeña amiga quebrada que piensa que su papá es millonario. No tengo duda, totalmente. Es una cosita. No, es una cosita de nada, chiquitica. Y yo tengo 51 años. Y créeme que esa pregunta que tú me haces también me la hice yo más de una vez digamos como empecé a organizar teniendo en cuenta que tengo 51 años con una hija de 7 meses desde el punto de vista de ¿qué pasa si hubo alguien muy cercano a mí que se sentó me invitó con una inmensa generosidad ¿sabes mí que se sentó me invitó con inmensa generosidad ¿sabes de quién estoy hablando? me invitó a su casa a almorzar a su apartamento y me dijo mira yo te conozco a ti mejor que nadie mejor que nadie te conozco te voy a hacer preguntas que quizás tú no te has hecho ¿qué pasa si te enfermas? ¿qué pasa si te mueres? ¿en qué momento te hizo esas preguntas? en el último trimestre del embarazo ¿qué pasa si te enfermas? ¿En qué momento te hizo esas preguntas? En el último trimestre del embarazo. Ok. ¿Qué pasa si te enfermas? Nace Julián y te enfermas. ¿Qué vas a hacer? ¿A quién tienen que llamar? ¿Qué tienen que organizar? Es espectacular. Ahora, ¿qué pasa si te mueres? ¿Tienes esto organizado? ¿Qué deben hacer? ¿Qué pasa si...? No sé. Si estás viajando, no sé qué. Empezó con todas esas cosas de futuros, no futuros distópicos, o sea, potenciales, realmente. ¿Qué pasa? Y entre eso, evidentemente, todo el tema del ejercicio financiero iba también atravesado. Más el tema del soporte. Todo eso, ese ejercicio y ese fue un acto de generosidad ya enorme o sea realmente la quise aún más después de claro necesitamos mucha gente así sí y fue sentado digamos con Ojexel vamos a organizarnos yo te conozco y además ahora estás más torpe que nunca yo soy súper descuadrado en muchas cosas. Eso ha sido un proceso. Pero al menos desde el punto de vista de las cosas básicas, creo que estamos cubiertos y medianamente tranquilos. ¿Tú eres organizado con tus finanzas? Por curso. Pues yo sé, tenemos un trabajo que se... Y en la empresa yo soy el encargado de estar pendiente de eso. Entonces digamos que a veces mi cabeza si está muy centrada en eso en el tema de de los ingresos de cómo gastarlos de guardar porque si siento que gran parte de la labor de uno está en eso en poner un poco los pies en la tierra y no soñar tanto, porque a veces uno se hace el pendejo o algo, no sé. Tenemos que estar como más. Yo soy bien soñador, yo todo el tiempo estoy soñando, todo el tiempo estoy soñando. Lógico, Julia como que me aterriza más y me hace pensar que cada paso que doy tengo que pensar con más detenimiento cada paso que voy a dar así es así es oye, y como es la relación ¿cómo se llama con la mamá gestante? con la gestante madre no porque no comparte material genético exactamente, me corregí por eso porque sabía que lo había hecho bien. ¿Cómo es la relación con la gestante? ¿Llega como hasta un punto y ya nunca más tienes contacto? O sea, ¿cómo funciona eso? Hasta donde tú desees. Te voy a ampliar un poco el tema. Por favor. En el proceso, digamos, hay dos figuras femeninas que tienen un rol importante. Uno es la donante del óvulo y otro la gestante. No puede ser la misma porque si no, compartiría material genético y sería la madre. Entonces son diferentes. Espérate, porque eso, o sea, ok. Por un lado es donante del óvulo. Ok. Que es diferente obligatoriamente. No puede ser la misma gestante la que dona el óvulo, sino que será la madre, comparte material genético. Entonces, con la donante del óvulo, por ley en Colombia, tú no puedes ni siquiera ver la foto. No puede ser ningún tipo de contacto. Más allá que tú defines el perfil, qué es lo que estás buscando físicamente, etcétera, lo que sea. Se hacen filtros psicológicos, genéticos, toda la cosa. Perfecto, tienes el óvulo. Hasta ahí tú no tienes ningún contacto. Lo complejo y divertido es ve y encuentra tú la persona en la que tú confíes para que lleve tu embarazo feliz. Ahí está el tema, hermano. No sabes el estrés en el proceso para esa vaina. Yo vi como 50 personas, yo creo. Y ahí tú sí puedes tener todo el contacto que tú desees. Es una relación contractual. ¿Ok? Y puedes tener todo el contacto que tú desees hasta donde desees, tan profundo como tú desees. Y tú tienes que saber manejar eso también por razón lógica. Y yo tomé decisión que decidí tener contacto hasta el día del parto. Y no más. Hay gente que probablemente sí lo continúa, ¿no? Pero tuve la fortuna que tuve una gestante muy responsable. Una enorme comunicación. Nos hablábamos todos los días yo fui a todas las citas 100% las citas hablábamos todos los días hay una cosa muy curiosa que me pasó, muy chistoso está en la convención por mi trabajo, me hablaba con ella todos los días, a veces dos veces al día te podrás imaginar mi intensidad habían pasado un par de días y no la había llamado lógico, el trabajo estaba yo lleno de trabajo y cuando ella me llama y me dice, Juan Pablo, ¿por qué no me llamas? imagínate el chistoso digamos que tuve la fortuna de tener una gestante muy disciplinada muy organizada muy responsable. Y pues eso se lo tengo que agradecer a ella y a la vida. Pero yo tuve contacto con ella hasta ahí. Ahora también el tema, uno de los grandes dilemas que tengo, y tengo que saber cómo enfrentarlo, y seguramente necesitaré acompañamiento y asesoría para mí y para mi hija, para Julia, de cómo contar esa historia a mi hija. Pues primero que es absolutamente deseada y amada, pues es más deseado que imposible. Pero también hay que saber contar esa historia, ¿no? Si te sirve de algo, aquí estoy sentado mi mejor amigo, Ricardo, que yo no le pregunté pero él decidió compartir que tiene una hija adoptada a la que amamos con locura y hablamos de eso y dice así como te lo estoy contando así es como siempre siempre se lo contamos siempre con honestidad, con toda la franqueza y como dices, es nuestra hija amada, adorada y ya es, es la historia ¿qué es lo que más te gusta de ser papá? insisto, primero lo divertido, sin irme tan profundo es un parche completo, es lo más divertido que he enfrentado en mi vida segundo, todos los días me confronta mi hija de 7 meses todos los días me confronta y cuando la miro y toda, cada ahora cada cosa que hago y digo me enfrenta así. Lo que voy a hacer o decido, incluso pensar, está a la altura de la paternidad. Soy digno de esta tarea. Es como que todo el tiempo me está enfrentando a ser mejor persona. Siento eso. Y yo sé que muchas veces lo dicen, no, te vas a ser mejor persona, pero digamos la manera en como yo lo he aterrizado de esa manera. Es así. Cuando la miro me está confrontando, estoy a la altura de esto. O sea, si actúo de esta manera u otra, mi hija, ¿cómo lo vería? ¿Cómo lo vería mi hija? ¿Sería coherente el mensaje de crianza que yo quiero aportar o de amor o de empatía o de ser una buena persona que inspire, que se rodee de personas que inspiren? Y esto que yo estoy diciendo, primero tengo que serlo yo antes de poderle transmitir ese mensaje a ella. Yo creo que eso es duro. Ya no me acuerdo de ser la transmitir ese mensaje. Yo creo que eso, no es duro. Ya no me acuerda de la misma manera todos los días, pero yo diría que eso. E insisto, y además divertidísimo. Te cuento, es un parche totalmente. Los ojos, los ojos como mira, o sea, como huelen, el olor, como me toca la cara, la barba es obsesiva con mi barba y me la jala todo el tiempo. Es magia pura, hermano. Es magia. Magia. Jota, ¿tú alguna vez quieres ser papá o ya con ocho perros? Ya. Ya tú dices, sí se la va a sectomía. Ya con ocho. No, no. Sabes que yo nunca sentí la necesidad. Nunca lo pensaron. Nunca lo pensamos, de tener un bebé. No, yo para mí los bebés, los hijos son los sobrinos, ¿sí? Pero no hubo como esa pulsión de que qué rico tener un hijo, no. Pero yo pienso que también tiene que ver mucho con el propósito, con la, como yo lo veo, como misión de vida. Y era como un tema de desarrollo más profesional que otra cosa. Total. Pero no porque, por negarle la posibilidad a ese momento, no había como en mí esa... Yo creo que uno, lo único que realmente debería tener en cuenta para tener un hijo es querer mucho, mucho tener un hijo. Brother, gracias. Brother, gracias. Gracias a ti, Juan. Muy divertida la conversación. Creo que esto ratifica lo que yo siempre digo y es que mamá es mamá, pero papá es papá. Total. Entre todos podemos cambiar esa dinámica, ese constructo y entre todos y con esas conversaciones podemos decir a los hombres que está bien pedir ayuda, está bien sentir miedo, pero que también está bien cambiar pañales, que también está bien acompañar, que también está bien desear mucho estar en la casa con un hijo, porque realmente es maravilloso. Y vale la pena. Total, no vale todo. Gracias. Gracias, hermano. Gracias. Gracias. Gracias, hermano. Gracias. Gracias. Hola, soy Juan Pablo Rada y junto a mi amigo y productor, Dani Posada, te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Amigos extraordinarios y expertos llegarán para compartirnos sus historias y herramientas que nos ayudarán a profundizar en las complejidades de la salud mental y en todo lo que la atraviesa. Este, nuestro espacio, tu espacio es seguro y se llama Los Hombres Si Lloran, donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza.